HOLAAAAAAAAAAAA! Bienvenidos al último día de la Science Geek Week de Kelly Oram! Esperamos que la hayan pasado tan bien como nosotras. Fue una semana super especial, con todos los sorteos que hubo en el evento de Facebook, eligiendo el cast de los libros sin importarnos realmente si coincidían la edad de los actores con la edad de los personajes :P Muchas charlas con Kelly, conocerla mejor, enterarnos de dónde viene su inspiración y muchas cosas más. Si les enteresa, pueden pasarse por la entrada del miércoles del blog Words Feather en el que hay una "entrevista" a Kelly donde nos cuenta más de ella!
Anyway, back to business, hoy venimos con un sneak peek del nuevo libro de Kelly, "The Libby Garret Intervention" del cual ya leyeron unos teasers pero hoy viene el libro posta. Pa que no digan que somos malas. Enjoy!
Anyway, back to business, hoy venimos con un sneak peek del nuevo libro de Kelly, "The Libby Garret Intervention" del cual ya leyeron unos teasers pero hoy viene el libro posta. Pa que no digan que somos malas. Enjoy!
SNEAK PEEK
(Este extracto no ha pasado la ronda final de revisión y está sujeto a cambios en el proyecto final.)
-Amo a
Avery, y estoy feliz por ella (en verdad se merece a Grayson) pero ahora su
percepción de la realidad está totalmente sujestionada. Piensa que todos tienen
un final de cuentos de hadas esperandólos. No comprende que la mayoría de
nosotros no tendrá tanta suerte. Especialmente alguien como yo.
Adam mantuvo su
mirada fija en la ventana y dejo escapar un suspiro. -¿Alguien como tú?
-Sí,
alguien como yo. Las chicas gordas no reciben exactamente mucho amor.
Quitó sus ojos de la
vista para mirarme fijamente por lo que acababa de decir. No estaba segura de
cuál fuera su problema. Mi peso no es ningún secreto.
-Quizás
no pese ciento treinta kilos, pero definitivamente estoy acercándome cuando uso
la palabra rellenita. En
secundaria, eso se iguala a ser la chica gorda, y, antes de que preguntes, no
puedo tan solo perder peso y ya. Tengo hipotiroidismo. Me fue diagnosticado
cuando tenía once años porque me convertí en casi diabética. He estado en una
dieta y en un programa de ejercicio estricto desde entonces para que no
desarrolle problemas de salud más serios. En realidad estoy en forma
cardiovascularmente hablando; tan solo no me puedo deshacer de todo el peso.
Esto es lo mejor que podré conseguir, por lejos.
Adam empujó sus ojos
lejos de la vista y giró su cuerpo entero por lo que ahora me estaba
enfrentando.
-¿Tú no
crees que encontrarás a alguien que te ame porque nunca serás delgada?
Me burlé: -Esto es
la vida real, no Hairspray.
No hay ningún Link Larkin allí afuera esperando por mí. Ni siquiera te atrevas
a decirme que sí. Sabes que no lo hay. Es un milagro que Owen incluso me dé la
hora.
Después de quitarse
el gorro de su cabeza para pasarse su mano a través de su cabello, Adam se
desplomó en su asiento y cruzó sus brazos sobre su pecho, mirando por el parabrisas.
No comprendí el cambio de humor. Se había mostrado jocoso cuando lo pasé a
buscar. Ahora estaba de vuelta siendo ese idiota gruñón como la primera vez que
lo conocí. -¿Y qué pasa con Owen?-preguntó de repente- No parece
importarle tu peso.
-¡Já!- Apreté tan fuerte mis manos sobre el volante
que mis nudillos se hicieron blancos. Me la pasé diciéndome lo mismo por un
año, pero eso no lo hacía realidad. -Claro que sí. Ese es el mayor problema que tenemos.
Actúa de esa manera conmigo porque se avergüenza de mi apariencia. Siempre lo
supe, pero me dije a mí misma que no importaba, porque incluso si se
avergonzaba de lo que sentía por mí, por lo menos sentía algo.
Adam estaba
horrorizado por mi lógica.
-¿Lo
dices en serio? El tipo está avergonzado de tí, ¿y tú
no piensas que eso importe?
Una ola de furia me
atravesó, pero me las arreglé para mantener mi temperamento.
-Por
supuesto que importa. ¿Tú crees que me gusta que jamás me presentará a ninguno
de sus amigos? No. Lo odio. Ni siquiera se lo dijo a Grayson que estamos saliendo. ¿Sabes cómo eso
me hace sentir?
-¿Entonces
por qué sigues con ello?
-Porque
es mejor que nada. Lo cual es lo que tengo sin Owen. Nadie antes me había
querido. Para nada. De ninguna forma. Owen puede ser un imbécil, pero sé que
por lo menos una parte de él se preocupa por mí. No es que salga conmigo porque
soy su única opción. El tipo es maravilloso, popular, y atlético. Él puede
estar con quien él desee, pero así y todo todavía elige estar conmigo. A él le gusta estar conmigo. No es un completo estúpido. Aprecia sí aprecia mi
genialidad. Cuando estamos juntos y sólo somos nosotros, puede ser tan tierno.
Me hace sentir hermosa y deseable, especial, querida. No recuerdo haberme
sentido así alguna otra vez en mi vida, así que tomo tanto lo malo como lo
bueno. -No podía creer que
estaba teniendo una conversación tan íntima con este completo extraño, pero era
sorprendentemente agradable ser cien por ciento honesta por una vez- No puedo
decirle que no a Owen porque si digo que sí, empezaré a sentir esas cosas. Lo
malo desaparecería y me sentiría maravillosa, por lo menos por un rato. Si no
voy cuando él llama, tengo miedo de que encuentre a alguien más. Estoy segura
que mira a otras chicas en la escuela. Sí, odio eso, ¿pero que otra elección
tengo? Si lo alejo, entonces otra vez no tengo a nadie. Sin Owen, vuelvo a ser
la nerd gorda y solitaria. No quier estar sola por el resto de mi vida.
La conversación murió
ahí.
Nunca antes había
sido tan honesta con nadie, ni siquiera con Avery. No estaba segura como Adam
me había llevado a abrir tal grieta, pero me sentí expuesta. Me había pasado
años construyendo la piel más gruesa que un ser humano podría posiblemente
conseguir, y de alguna manera, en menos de una hora, Adam rompió todas mis
defensas. Eso me asustaba. ¿Quién era este chico? ¿Cómo pudo conmigo tan
fácilmente?
Adam se mantuvo
sentado en silencio a otro lado del auto. Sabía que estaba pensando en todo lo
que acababa de decir. Sabía que estaba uniendo junto a todas las otras veces
que nos habíamos encontrado, y formando una nueva opinión sobre mí. No quería
saber cuál podría ser.
Nos conduje entre las
ventosas montañas, prestando más atención a mis asqueroso pensamientos y
sentimientos que a la carretera. Teníamos suerte que no nos había lanzado en
picada a través del cañon directo a nuestras muertes.
-Lo
creas o no, entiendo como te sientes -dijo Adam, rompiendo
el largo silencio con su suave voz- Sé exactamente cómo es estar tan desesperado por el
cariño de alguien que los dejarías destrozarte solo para ganarte su aprobación.
Mi pecho se oprimió
ante su reconocimiento. Me volvía loca la curiosidad. ¿A quién había amado
tanto que podía sonar tan lleno de desesperación como ahora? Había verdad en
sus palabras, y cualquiera era su verdad, lo había desbastado. ¿Había más de
Avery pidiendo por su ayuda que sólo su hablidad para jugar Bad Cop? Él dijo
que teníamos algo en común, pero no podía entender cómo un chico como él podría
ser un marginado como yo.
-Si no
lo dejas ir -dijo Adam, empujando
mi atención de vuelta a la conversación- te destrozará en algún momento.
No tenía dudas que
hablaba por experiencia propia, pero no pregunté, y el no siguió. Me dejó
tranquila luego de eso, y pasamos el resto del viaje en silencio. No fue hasta
que llegamos al resort ski y subimos el Escalade que finalmente dijo: -Tienes
que quererlo, Libby. Admitir que la relación no es saludable es un buen
comienzo, pero no es suficiente. Si no quieres verdaderamente abandonarlo, entonces estamos
malgastando nuestro tiempo.
No estaba
completamente segura si alguna vez estaría dispuesta a rendirme con Owen, pero
no quería dejarlo usarme, tampoco.
-¿Qué
exactamente estamos haciendo con nuestro tiempo, de todas
maneras?-Le
pregunté mientras conducía a Adam a través del estacionamiento hacia la
montaña-¿Cómo planeas ayudarme?
-Cada
programa de doce pasos es un viaje. En verdad es una experiencia muy espiritual
para la persona dar pasos. Requiere de un salto de fe. Mi trabajo como tu
promotor—por así decirlo—es dar ese salto contigo y una especie de guía a
través del proceso. Tú tendrás que hacer todo el trabajo. No puedo dar los
saltos por ti, pero puedo mostrarte la manera. Estoy aquí para darte la mano o
darte un empujón cuando sea necesario, señalarte la dirección correcta si no
puedes ver claramente, y levantarte si caes.
Llegamos a la base de
la montaña e inmediatamente dimos con una pared de personas. La montaña estaba
llena porque era la última semana de la temporada, y parecía que la competencia
se había se había hecho lugar en la gente.
Agarré la mano de
Adam muy fuerte así no seríamos separados, y nos dirigimos hacia el medio tubo.
Adam se sobresaltó con mi tacto, pero no se deshizo. Miró hacia nuestras manos
e hizo ese exasperantemente sensual gesto donde levanta una de sus cejas hacia
mi, como si demandara una respuesta.
Hombre, él podía ser
muy hot cuando quería. Si yo no estuviera tan apurada, me hubiera quedado
atrapada en esa mirada desafiante con el hasta que la nieve se derritiera.
Desafortunadamente, no había tiempo para explorar la tensión que a veces se
encendía entre nosotros. Le puse los ojos en blanco, fingiendo que no estaba en
lo absoluto emocionada por estar tocándolo y comencé a tirar de él a través de
la muchedumbre.
-Debes
mover tus piernitas, Chico Café. Vamos tarde.
-Sabes -dijo tranquilamente mientras me seguía a
través de la multitud- cuando mencioné
agarrarnos de las manos antes, estaba hablando metafóricamente.
-Bueno,
lo lamento, porque justo ahora lo necesito en el sentido literal. No tengo
tiempo de perderte. Parece que ellos ya han comenzado y seré la peor hija del
mundo si me pierdo la primera carrera de mi papá.
Adam se rió.
Entonces, unos segundos después relajó su agarre, cambiándolo de modo que
nuestros dedos se entrelazaran. Había algo íntimo en la forma casual en la que
me agarraba mientras caminábamos. Como si no me agarrara con el propósito de
que permanezcamos juntos, sino que sostenía mi mano por el mero placer de
hacerlo. De la manera en que un novio lo haría. La manera en que Qwen jamás lo
hizo. La manera en que nadie lo había hecho antes.
Tomó todo
dentro de mí no parar y mirarlo fijamente. Lo miré lo más sutilmente que pude.
Él se encontró con mis ojos, sonriendo como si no tuviera una preocupación en
el mundo. Como si sostener mi mano fuera algo que hiciera todos los días, algo tan
natural que él ni tenía que pensar en ello.
¿Qué les pareció? Nosotras nos morimos por leerlo! Kelly tiene
una manera de hacerte reír y enamorar de sus personajes, que son personas
normales (al menos en esta serie :P) que podrían ser tus amigos. La súper
recomendamos!!!
Yo (Mica) terminé de releer The Avery Shaw Experiment así que
seguro la semana que viene hay reseña, junto con la reseña de un libro que no
me esperaba leer. Mantengan un ojo en el blog y pispeen de vez
en cuando :)
Besotesssssssssssss y nos vemos pronto!
Hola! Suena interesante!!
ResponderEliminarConocí tu blog debido a la campaña Bloggeros Pequeños Unidos, te estoy siguiendo y te espero por mi blog, nos leemos, un beso!