Hola amigos y amigas de la
blogósfera! ¿Cómo les ha ido últimamente? Finalmente me tuve que volver a
acostumbrar a la rutina *puajjj* y a estudiar. Menos Netflix y más trabajo. Qué
tristeza!!
Hoy vengo con la reseña de
un libro que me han regalado, muy amablemente, a cambio de una reseña honesta.
Ya he adelantado muchas cosas de este libro por aquí y por allá pero ahora les
voy a contar en detalle qué me gustó y qué no y por qué. Vamos allá.
Sinopsis: Charlotte
ha pasado sus veinte perdida, flotando de interés en interés, de trabajo en
trabajo y de chico en chico, buscando una chispa pero nunca encontrándola. Lo
que sí sabe es que no la va a encontrar mientras trabaja de mesera en un
restaurant mediocre de LA o viviendo con su mejor amiga en un pequeño
departamento.
Entonces, Charlotte conoce
a Adam, un atractivo pintor que parece tan perdido como ella. Su química
instantánea lleva a unos tragos… y una noche de champagne, comida china y el
tipo de conversaciones que sólo suceden en las comedias románticas. Sin
embargo, la mañana siguiente Adam actúa completamente diferente, dejándola
confundida y herida…
Meses después, Charlotte
aún no ha podido superar a Adam y decide averiguar qué sucedió la mañana
siguiente a esa noche tan mágica que pasaron juntos. Esta decisión rescribe su
loca historia de amor pero Charlotte aún no sabe que su final ya ha sido
escrito.
EXTRACTO
-Estás haciendo que el amor suene trágico –dije.
-No –sacudió la
cabeza-. No querría que fuera de ninguna otra manera. Cuéntame de nosotros.
¿Qué nos gusta hacer?
-Pintar y navegar y comer y tomar. Cosas simples.
-No te olvides del sexo –dijo.
-Sí, un montón de sexo. Antes de que nacieran los
niños estábamos desnudos prácticamente cada segundo del día.
-Eso me gusta.
-Cuando crecieron, nos comenzamos a escapar los fines
de semana y a dejarlos con mi mamá.
-¿Cómo son?
Nuestros hijos.
-Felices. Eso es lo que más deseamos. Nuestro amor fue
nuestra prioridad y se derramó en ellos y ahora son felices.
Surgieron lágrimas en mis ojos que cayeron por mis
mejillas. ¿No eso lo que todos deseamos para nuestros hijos?
Su tono de repente cambió: -Eso es hermoso, Char-
lotte.
Fue como si él se estuviera despertando de un sueño.
No quería volver a la realidad todavía, aunque sabía que estas fantasias eran solo
para ayudar a distraer a Adam.
-Puedo imaginar una larga vida contigo –dijo-. Puedo
imaginarme la grandiosa esposa que serías.
Solté su mano.
-La historia es sobre tú y yo –él no dijo nada;
solamente asintió y continuó mirando por la ventana. Me incliné y besé su
coronilla, susurrando-: Es sobre nosotros. No me quites eso.
RESEÑA
La pluma de Renée siempre
ha sido un factor indispensable para que los lectores continuaran leyendo.
Siempre hubo una magia difícil de explicar que volvía una narración simple en
algo terriblemente hermoso. Es muy fácil leer sus libros, los cuales se pasan
volando y eso es algo que sí se pudo ver en Wish You Were Here. Creo que lo
leí en un día, que en términos generales es leer un libro rápido. Pero para la
rapidez con la que yo normalmente me leo los libros de Renée, fue bastante lento.
La primera mitad del libro me parecía interminable, que no sucedía nada, ya me
estaba dando incluso por vencida con el libro. Siendo honestos, si una historia
no arranca antes del 30% de un libro el lector comienza a sentirse bastante
estancado porque sigue leyendo una introducción interminable. Así me sentía yo
hasta la mitad del libro, atrapada leyendo el principio de una historia que no
terminaba nunca.
Mi mayor problema fue con
los personajes.
Mientras leía no podía entender que Charlotte tuviera 27 años porque su forma de
actuar y pensar la hacía parecer una adolescente caprichosa y no logré
conectarme con ella en lo absoluto, me molestaba mucho su forma de ser. También
sentí que Charlotte juzgaba mucho a todos, y aunque su papá y su hermano
dejaban un poco que desear la primera mitad del libro, se pasó el 50% de la
historia victimizándose. Soy el tipo de lectora que no le interesa leer a una
persona que juega el papel de víctima constantemente, me aburre y me molesta,
que fue justamente lo que me pasó con la protagonista. Fue una narradora fácil
de leer pero su personalidad dejaba mucho que desear. Era muy indecisa y la
mayoría de sus acciones dejaban un sabor amargo en la boca.
Adam me pareció una copia barata de Will (su
protagonista en Sweet Thing), un intento fallido de repetir un personaje
espectacular. Mientras Will era un excéntrico pero adorable músico que decía cosas
sabias y te daban ganas de abrazarlo todo el tiempo, Adam fue simplemente un pintor
que actuó un poco raro la noche en que conoció a la protagonista. Hasta su
nueva aparición en la historia (casi hacia el final) yo estaba convencida de
que estuvo drogado toda la noche que pasó con Charlotte. Qué les puedo decir,
me pareció muy medio pelo.
No hubo mucho desarrollo de
los protagonistas y el que encima estos me cayeran bastante mal no le sumó nada
a la historia. Otros personajes que me desagradaron bastante fueron la mejor amiga y Seth, quienes ocupan un lugar importante para
el desarrollo de la trama. Así que en resumen no me gustó ningún personaje y no
fue mejorando con el tiempo. Otro punto negativo.
“Prometo amarte por siempre. Mientras haya amor en este mundo, seremos parte de él.”
Todo esto podría haber
sido perdonado eventualmente si no fuera porque una simple cosita destruyó toda la
solidez de la trama en un segundo. La novela sufre de un severo
y agudo caso de… instalove. La misma sinopsis nos cuenta que Charlotte y
Adam pasan una noche juntos que los conecta por el resto de la historia. El
problema es que por dos tercios de la novela, Charlotte y Adam ni siquiera
interactúan. Adam está perdido por ahí luego de pasar juntos una sola noche.
Ella sigue viviendo pero continúa enganchada con este chico y, aunque aprecié
el intento de realismo en cuanto a las tentativas de Charlotte de continuar con
su vida, no siento que Renée haya tratado bien ese punto. En ningún momento me
pareció que la protagonista realmente tratara de continuar y vivir su vida.
Su noche juntos no me
pareció la gran cosa (ya les dije, Adam parecía drogado la mayor parte de ella)
así que imagínense mis pensamientos cuando al encontrarse de nuevo mucho tiempo
después, Charlotte se sentía enamorada de él. Yo no lo podía entender. Nunca
sentí una gran química entre ellos y de pronto había un tsunami de emociones
intensas. Como resultado, no me interesó demasiado su relación a lo largo del
libro y me pareció bastante absurda.
“El amor es un secreto sin palabras; es una broma interna. Solamente ustedes dos tienen que entenderla.”
Ahora, todos van a decir
“¿hay algo que te haya gustado?”. Bueno, sí. Algo me gustó, una cosita. El mensaje que nos deja al final. Todos nos merecemos vivir
y enamorarnos, amar y ser amados, aunque sea por un día o toda una vida.
Wish You Were Here es
una historia sobre amor a primera vista. Tiene un ritmo rápido y una pluma muy
amena que mantienen al lector enganchado, pero a mi parecer falla a la hora de
vendernos la relación entre los dos protagonistas. No hubo mucho desarrollo en
los personajes y aunque hubo algunas escenas graciosas para equilibrar todas
las tristes y dolorosas, los diálogos a lo largo del libro me resultaron muy
forzados y…raros.
No es un libro que yo
recomiende leer de Renée. Preferiría que leyeran Before We Were Strangers o Swear on this life
o Sweet
Thing, si quieren un personaje masculino que se gane su corazón.
SOBRE LA AUTORA
Renée Carlino es una guionista y autora bestseller de
novelas contemporáneas y ficción New Adult. Sus libros han sido promocionados
por muchos medios conocidos, entre ellos USA TODAY, Huffington Post, Latina
magazine y Publisher's Weekly. Vive en el sur de California con su esposo, sus
dos hijos y su dulce perrita June. Cuando no está en la playa
con sus hijos o trabajando en su próximo libro, le gusta pasar el tiempo
leyendo, yendo a conciertos y comiendo chocolate negro.
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