Hola hola
hola! Cómo andamos? Yo estoy con una fiaca inexplicable tirada en mi cama con
el ventilador puesto.
Ya sé lo que
están pensando: “loca, estuviste desaparecida todo febrero, qué pasó?”. Lo que
pasó es que yo no tuve vacaciones, sino que trabajé diciembre, enero y febrero.
Todo diciembre estuve ejerciendo mi trabajo predilecto: maestra particular de
inglés. Enero comencé mi trabajo como niñera de mis primos, por lo que estaba
toda la semana en su casa y solamente algunos fines de semana en la mía.
En enero
pude leer un par de libros, nada extraordinario pero tuve un desempeño decente
teniendo en cuenta que terminaba el día muerta de andar de acá para allá con
los pequeños monstruos.
Pero febrero
ha sido un infierno: no sólo sigo trabajando de niñera, si no que me llamaron
muchos alumnos para que los prepare para rendir en febrero. Así que algunas
semanas cuido yo a mis primos y mi hermana atiende a los alumnos y otras
semanas yo me ocupo de los alumnos. Y trabajaba de 7 de la mañana a casi 9 de
la noche, así que se pueden imaginar que no he estado leyendo mucho que digamos….
Aún así, el
blog ha estado siempre en mi mente y al primer momento libre que tuve vengo con
esta reseña! Enjoy!
Sinopsis: La
dama de las camelias (primera publicación en 1848) es una
novela firmada por Alejandro Dumas (hijo). Esta obra está basada en un hecho
real de la vida del autor, relacionado con un romance que tuvo con Marie
Duplessis, una joven cortesana de París, la cual también mantuvo distintas
relaciones con grandes personajes de la vida social de esta ciudad. Esta novela
pertenece al movimiento literario conocido actualmente como realismo,
siendo de las primeras obras que formarían parte de la transición del
romanticismo. La ópera LA TRAVIATA, de Verdi, se basó en esta
novela.
La verdad es que cuando se realizó la votación para la lectura de
febrero del book club To Read or Not To
Read: Reading the classics y vi que la temática era leer un libro romántico
no me llamó mucho la atención. Para ser más honesta, conocía solamente a uno de
los 3 libros en que se basaba la votación, pero ese único libro no lo había
leído y voté La dama de las camelias porque mi tía me comentó que era “un libro
muy dulce y entretenido”. Dije “ya fue, vamos a correr el riesgo”. No sólo eso,
sino que para obligarme a mí misma a leerlo y no colgarme con la lectura, me
compré una edición muy bonita y económica, porque si compro el libro ya me veo
obligada (makes no sense, ya sé, pero detesto dejar libros sin leer)(mis libros
sin leer en mi biblioteca ahora se sienten ofendidos).
Mi primer pensamiento al terminarlo: no es
el libro de mi vida. La historia no está mal,
pero por norma general los libros pertenecientes a la corriente del Realismo
literario (googlié, este libro pertenece al género y yo no lo sabía) no me
gustan porque se me acaban haciendo lentos y monótonos. Y aunque La dama de las camelias no llega a los
extremos de horror que me han producido otros libros del género, sí se me ha
hecho un poco árido a la hora de leer. El ritmo de lectura para mi gusto era
demasiado lento y por tanto, nunca terminaba de engancharme a la historia. No
sólo eso, sino que tiene un estilo raro de ser narrado, que explicaré más
adelante. Al principio pensé que esta
forma de narrar iba a volver todo más ameno pero estaba muy equivocada.
La novela fue escrita por Dumas hijo en la época del Segundo Imperio en Francia,
coincidiendo con el golpe de Estado de Luis Bonaparte. París en esos momentos
volverá a ser la capital de Europa y también será la ciudad del placer, de
la ópera y la opereta, de los bailes, los restaurantes, las exposiciones
mundiales... En este ambiente se desarrolla la historia cuyos
personajes justamente se mueven por círculos sociales que pasan la mayor parte
de su tiempo en fiestas, en la Ópera, etc., haciendo un vivo retrato del
momento histórico.
El punto de partida de la obra de Dumas será el funeral de la propia
protagonista, Margarita Gautier, una afamada cortesana (es decir,
la amante de muchos hombres) a la que también se conoce como “la dama de las
camelias”. Durante esta parte de la historia se puede encontrar lo que se
conoce como un "narrador editor", que será el que escriba
todos los sucesos que le serán transmitidos por el "narrador
protagonista". Este narrador protagonista es el personaje de Armando
Duval; que le contará al narrador editor toda su historia con Margarita
tras haberla visitado en el cementerio. Lo que hace Armando es un flashback que
lleva al lector al pasado para conocer mejor la relación de amor que hubo entre
estos dos personajes. Como ya dije, pensé que este estilo iba a amenizar la
lectura y en un principio lo logró pero rápidamente se volvió todo muy denso y
en ningún momento mejoró.
Mientras vas leyendo la novela, podemos notar casi instantáneamente que a Dumas le interesa
una literatura moralizante, que aborde temas sociales. Uno de ellos, y que
se refleja claramente en esta novela, es el de la PROSTITUCIÓN. Se
critican repetidamente los prejuicios que la sociedad tenía (y tiene) sobre el
tipo de vida que llevaban mujeres como Margarita y Prudence y se muestra ese rechazo por
aceptarla. A través de la historia, Dumas intenta hacer ver a Margarita como la
mujer pecadora que tiene que ser salvada de estilo de vida poco virtuoso, aunque
aclara que la vida de Margarita fue una excepción a la regla.
¿Qué es lo que no me gustó de la historia? A parte de que se me hizo
densísima, me cayeron indiferentes y hasta en ciertas ocasiones me desagradaron
los personajes de la obra. Sobre todo, hay INSTA-LOVE.
Y ustedes saben cómo detesto el insta-love la mayoría de las veces. Me pareció
muy pobre el relato en general, contando con una historia que no es relevante
para relatar y que no causa ninguna sorpresa. No hay ningún hecho sorpresivo,
ningún plot twist, nada. Es una lectura bastante lisa, sin grandes
momentos románticos o tristes, y cerré el libro sabiendo que era una historia
que dentro de un mes ya no recordaré.
No es el mejor libro que he leído en mi vida pero ni de lejos, y aunque
tampoco es el peor, no pude más que darle dos estrellas. Una lástima que sea
otro clásico que no me pareció ni fu ni fa.
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